jueves, 21 de junio de 2012

“No puedo perder en nada y, si pierdo, me quedo picón”



Mauricio Fiol. Nadador. Irá a las Olimpiadas de Londres.
Tienes 18 años y ya eres un veterano de la natación.
Comencé a los seis años. Me encantaba el mar y a mi mamá le daba miedo. Mi pasión era correr olas. Y luego comencé a nadar y tuve mi primer campeonato a los seis años y medio.
¿Ganaste?
Pude ganarlo, pero en el 25 (metros) mariposa me ganaron. Quedé segundo y picón. El siguiente campeonato lo gané y allí comencé a competir...
Nadar y correr olas son dos deportes bien distintos, ¿no?
Claro, corriendo olas no tienes que entrenar tanto, te vacilas. Son los deportes opuestos. Pero la natación me gustó porque tienes más explosividad…
¿Explosividad? ¿Qué es eso?
Tienes que dar todo en ese momento. Dejarlo todo. Eso es lo que me encanta. Cada vez que entrenas, ves cómo vas mejorando. Mientras más entreno siento que estoy más fuerte.
Implica una disciplina tremenda.
No puedes dejar de entrenar ni un día. En todo este año falté dos días porque tenía sinusitis. Ni siquiera falté porque fui al gimnasio. Y he entrenado más de 350 veces desde enero.
¿Siempre has sido competitivo?
Yo soy competitivo en todo. No puedo perder en nada. Y si pierdo me quedo picón y me arde.
A los 18 años, ¿estás seguro de que esto es lo que quieres en adelante?
Siempre he pensado en ser nadador profesional. En esta Olimpiada busco llegar a la semifinal, ese gran paso antes de la próxima Olimpiada. Si llego, todos los que van a estar delante de mí ahora se van a retirar en la próxima Olimpiada y yo voy a estar arriba.
¿Quién ha sido tu modelo?
Mi ídolo era Michael Phelps y, ahora, el esfuerzo y la revolución que ha puesto Ryan Lochte en la natación me impresionan. Ahora él es mi ídolo.
¿Cuál ha sido para ti el momento que más te emociona recordar?
Fue en el 2009, mi primer sudamericano. Yo estaba con un tiempo malísimo. Había entrenado fuerte como dos meses y medio.
¿Qué tan malísimo?
Estaba con minuto en 100 mariposa y para ganar tenía que hacer 56 segundos. Entrené como para ganar, ¡y de un minuto pasé a 56 de la nada! No toqué ni 59, ni 58, ni 56. Pude ganar esa prueba y, después, el 200 mariposa.
¡Vaya!
Yo esperaba hacer 58, exagerando, 57.9. De la nada, con la emoción y el entrenamiento, bajé de marca un montón. Después, en 200 mariposa bajé mi marca como diez segundos. Luego vinieron los Juegos Bolivarianos, yo era el menor de todos, tenía 14 o 15, competí contra mayores de 24 o 25 años… ¡y pude sacar medalla de plata contra ellos! Allí competí contra uno de los mejores del mundo: Albert Subirats.
Uno de tus ídolos, ¿no?
Sí. Justo nadó en su mejor prueba, que es 100 mariposa, y me ganó, ¡me sacó la mugre! Pero quedé segundo: les gané a todos los demás. La próxima vez que nos encontremos, le gano… Estoy más grande y más fuerte.
Unos compiten cerebralmente y otros son más apasionados. ¿Y tú?
En realidad, soy un nadador muy técnico. A la hora de competir, no me pongo nervioso. Ansioso de repente sí, pero trato de estar relajado, matarme de risa, hacer chacota…
¿Qué sientes en ese momento?
Ganas de nadar. Más que nerviosismo, siento la ansiedad de querer nadar. Quiero acabar mi prueba para ver la marca que he hecho.
¿Cómo te visualizas volviendo de las Olimpiadas?
En realidad, yo me visualizo de acá a cuatro años, volviendo de la siguiente Olimpiada…
¿Y en esta qué esperas?
Me veo en la semifinal. En la natación no existen los milagros. Todos van a nadar en sus tiempos. Yo nadaré en 56, pero sé que eso me podría clasificar a la semifinal…
Pero puede pasar lo de hace tres años: esperabas 58 y nadaste en 56.
Esa esperanza nunca la pierdo. Pero sacar una medalla será imposible porque quien va a ganar esa prueba será Michael Phelps. Pero voy a ir a pelear, pues.
¿En la siguiente traes la de oro?
Vamos a ver. Yo sí quiero. Le voy a poner el cien por ciento.
¿Y cómo te relajas en el poco tiempo que tienes?
Corro olas.
¿Y fuera del agua?
Me gusta estar con mis amigos. Chonguear...
La ficha
Compito desde niño. Ahora tengo 18 y soy el único nadador clasificado a las Olimpiadas de Londres. Entreno dos veces al día. No tengo novia. Veo a mis amigos de vez en cuando. Ahora me voy a Estados Unidos para aislarme. Tal vez cuando terminen las Olimpiadas me tome unas vacaciones, pero luego se viene el Mundial de Piscina Corta y me voy a ir a dos copas del mundo.

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